Just Cause 4: Rico Rodríguez vuelve a la acción

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Just Cause 4: Rico Rodríguez vuelve a la acción

Causa justa es sinónimo de «malabares«, un término que refleja una forma de jugar totalmente propensa a la alegría, al desahogo, a la diversión desenfrenada. Ningún otro título encarna este concepto con más convicción que el trabajo de Avalanche Studio, que con la llegada del cuarto capítulo parece decidido a alcanzar alturas nunca antes alcanzadas. La libertad de acercamiento, la locura de la acción y el puro caos en la pantalla plasmado en la enésima aventura de Rico Rodríguez es tal que te deja realmente asombrado. Si bien Just Cause 4 de ninguna manera convencerá a aquellos jugadores que nunca han visto la serie de una buena manera, no hay duda de que el trabajo realizado por el equipo encarna una verdadera carta de amor a los fanáticos de toda la vida, que encontrarán en este episodio. toda la energía destructiva que necesitaban, llevada a los más altos niveles de expresión. Tuvimos una prueba de esto una vez más en el escenario de la presentación de Square-Enix en la GamesCom de Colonia, donde el director del juego Francesco Antolini ha vuelto a demostrar todo el enorme potencial de su producto estrella. Con el orgullo de quienes saben que tienen un juego en sus manos que literalmente podría jugar el «estallido«.

Pasado mañana

Rico y la temible organización Mano negro se preparan para el acto final de su larguísimo conflicto. El escenario de la batalla final esta vez será la isla de Solís, el mundo más grande, diverso y complejo que jamás haya creado el equipo. Hay mucho de América del Sur en el concepto artístico de este paraíso natural: el mapa de juego grande se dividirá en cuatro áreas macro, inspiradas en la selva tropical, el Pampa, a los territorios de los Andes y el desierto de Atacama. Es este ambiente sumamente variado el que representa el escenario en el que se arraigará la misión de nuestro Rodríguez, quien -nunca como en este caso- desea poner a fuego y espada todo lo que entorpezca sus intenciones de venganza.

Durante la presentación sin intervención en tierras teutónicas, sin embargo, no hubo espacio para la trama: sabemos que la historia será más íntima y «personal«en comparación con los capítulos anteriores, y que las misiones secundarias, en los planos del estudio, serán más elaboradas en el lado del guión, pero por el momento, sin pruebas concretas, solo podemos confiar en las palabras de Antolini.
El director del juego, en cualquier caso, prefirió centrar toda su atención en la puesta en escena de la jugabilidad, el verdadero buque insignia de la saga. En Causa justa 4 todo toma la forma de un gigantesco plató cinematográfico para ser arrasado con los métodos más dispares. En este sentido, el entorno participará activamente en la devastación general, gracias a la presencia del llamado «climas extremos«, condiciones climáticas muy espectaculares que pueden obstaculizar la actividad de nuestro (anti) héroe, y un apoyo bastante letal para sus maniobras ofensivas. Si en Los Ángeles nos hubieran mostrado el poder aniquilador de un tornado, a Colonia Avalanche Studio reveló la peligrosa belleza de la tormenta tropical, claramente en el área conectada a la selva tropical.Cada una de las áreas antes mencionadas tiene su propio fenómeno atmosférico que se manifestará de acuerdo con reglas climáticas precisas: dependerá del jugador calcular bien los tiempos y utilizar fuerzas similares en su beneficio de la naturaleza para aniquilar la Mano Negra.

Las cuatro zonas, además, se caracterizarán por varios sub-biomas, lo que permitirá que el entorno ofrezca una variedad paisajística de absoluto respeto. Pero Causa justa 4 No se trata de una simple postal de videojuego para ser admirado con la boca abierta: todo lo que vemos en pantalla tiene unas reglas físicas específicas, posibilitadas por las renovadas capacidades del Apex Engine, capaz de garantizar vislumbres de valor absoluto (muy superior a los del tercer capítulo). Queda, sin embargo, alguna carencia a nivel técnico, ligada, entre otras cosas, a un pop-up que sigue invadiendo la escena con cierta constancia. En nuestra opinión, estos son problemas fácilmente despreciables frente a la limpieza visual, la amplitud del mapa explorable y, sobre todo, la capacidad de actuar sobre casi todos los elementos de Solís. En este sentido, Avalanche ha trabajado duro para hacer que el juego sea «coherente» y «orgánico» con el escenario, dando a los jugadores la oportunidad de darse un capricho sin inhibiciones, aprovechando al máximo las reglas de cada bioma. Variaciones climáticas «menores“, al fin y al cabo, se generarán procedimentalmente, y el guiado de los vehículos cambiará según los diferentes tipos de terreno. Fortalecidos por una filosofía de juego expresamente orientada a la usabilidad arpa, Causa justa 4 se trata de una evolución sustancial del tercer episodio: esto implica una cantidad exponencial de armas y vehículos con los que dar rienda suelta a nuestros impulsos, que pueden ser recordados si es necesario a través de cajas de botín que contienen suministros de diversa índole. Aún no está claro cuáles son los criterios para desbloquear las herramientas más dañinas, pero nada nos impedirá requerir la llegada de vehículos blindados, contenedores e incluso enormes rocas. Todo medio cuya función es únicamente dar impulso a la creatividad exterminadora de los usuarios.

Emblemático, en este sentido, el uso del nuevo gancho de agarre que ahora tiene muchas más actualizaciones, que, si se usa con la cantidad adecuada de imaginación, puede incluso llevar a unos cuatro millones de combinaciones: los diversos objetos del escenario, de en el por otro lado, a su vez están compuestos por diversos elementos interactivos, sobre los que actuar para crear nuevos instrumentos de muerte. ¿Quieres construir un tanque volador? Muy bien: simplemente ate algunos globos en el marco y use impulsores como reactores para darle el impulso. Del mismo modo, las latas de gasolina pueden convertirse en bombas flotantes que se lanzan sobre un asentamiento de la ciudad con la ayuda del viento. Por eso será recomendable calcular bien los momentos en los que se manifestarán los «climas extremos», estudiar las señales del entorno antes de su llegada y memorizar los patrones de movimiento. De esta forma, Solís se transforma en un inmenso parque de atracciones donde la física asume el papel de protagonista absoluta y en el que reina el caos de la destrucción.