Devil’s Hunt: provato l’action juego ispirato a Devil May Cry

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Devil's Hunt: provato l'action juego ispirato a Devil May Cry

La Gamescom 2018 Colonia nos brindó la oportunidad de explorar los stands de las principales editoriales mundiales y examinar las producciones menos conocidas que llegarán durante el próximo año. En ocasiones, entre desarrolladores independientes y casas de software de menor calibre, es posible encontrar algún producto que pueda despertar nuestro interés: en base a esto, Devil’s Hunt – juego de acción que será publicado por Compañía 1C durante 2019, pareció poder brindarnos algunas ideas intrigantes. Neto de algunos elementos, muy pocos para estar plenamente satisfechos, el título nos dejó sensaciones bastante encontradas tras haberlo tocado con la mano durante la prueba alemana.

Ángeles y demonios

Al comienzo de la presentación de Devil’s Hunt, los productores de 1C nos preguntaron si éramos amantes de la saga Devil May Cry, ya que según ellos habríamos encontrado en la producción algunos elementos estilísticos y técnicos claramente inspirados en la famosa serie Capcom: en esta coyuntura pensamos que podría reservarnos algunas sorpresas notables, si la compañía decidiera mostrarlo con una demo jugable durante el mismo evento en el que los jugadores probaron el explosivo Devil May Cry 5. De hecho, nos duele decir: Caza del diablo no nos emocionó en varios frentes, precisamente porque su componente artístico y técnico desemboca con demasiada facilidad en una banalidad subyacente que nos hizo luchar por identificar elementos realmente cautivadores.
La historia colocará al jugador frente a la más clásica de las dicotomías: la lucha entre el Bien y el Mal, y en el medio al héroe que con sus oscuros poderes persigue la justicia a pesar de sí mismo. Las imágenes creadas por Caza del diablo pone al protagonista en una guerra sin cuartel entre ángeles y demonios, encontrándose en medio de este conflicto con poderes demoníacos pero al servicio de la vida.

El héroe ha obtenido sus habilidades, que le permiten transformar sus brazos para activar sus poderes demoníacos y luchar con sus propias manos, luego de un trágico evento que ha puesto en riesgo su existencia, catapultándolo al infierno e investiéndolo. De ahí su condición de un híbrido entre un diablo y un humano.
Una trama que básicamente se erige como profunda mas de lo mismo que extrae todos sus adornos de las sugerencias culturales del folclore cristiano, sin traer consigo una dirección de arte que pueda sugerir una originalidad efectiva: en el lado artístico, del arte conceptual y de los escenarios en los que se mueve Desmond, protagonista de la obra, la composición de paisajes demoníacos y los detalles en la pantalla nos parecían más bien banales y ya vistos, aunque hiciera una mirada sugerente en algunos destellos. Sin embargo, es del lado de la narrativa que Caza del diablo podría proporcionarnos una experiencia parcialmente satisfactoria: el juego está basado en una novela titulada «Equilibrio«, escrito por Pawel Lesniak: una matriz literaria que podría garantizar al título un engranaje extra en términos de narración.

(Pocas) luces y (muchas) sombras

Lamentablemente, en nuestra opinión, las ideas válidas de la producción se detienen en la curiosidad por conocer la narración: si la dirección de arte no nos impresionó en absoluto, peor aún podríamos definir la jugabilidad y el sector técnico.

Caza del diablo es un juego de pura acción, en el que los brazos demoníacos de Desmond se pueden usar para encadenar ataques ligeros y pesados ​​(los movimientos estándar se pueden usar con los activadores del joystick correctos) y desatar habilidades especiales usando controles frontales como ondas de choque, patadas bastante poderosas y otros talentos. El mapeo de los comandos es bastante intuitivo, pero la capacidad de respuesta de los mismos y la puesta en escena del alma de acción no brillan particularmente en ningún aspecto.

Además, todas las limitaciones del motor del juego surgen en el despliegue de las animaciones, tanto en los sencillos movimientos del protagonista (algo torpes y leñosos) como en las secuencias en las que Desmond tiene que superar obstáculos, incluso usando el truco de la teletransportación para pasar fácilmente de un área del mapa a otra.
Un pequeño elemento agradable del sistema de combate radica en algunas ejecuciones especiales violentas y espectaculares, que se pueden activar cuando los enemigos alcanzan el límite de su salud y están a punto de ser definitivamente derrotados. Además, el manejo de la cámara también nos pareció bastante confuso: carecía de la posibilidad de bloquear la vista de los oponentes, Caza del diablo propone una acción chapucera y ralentizada por movimientos retrógrados, en la que hasta la iluminación juega un papel decididamente soso.